Cómo se Calcula la Distancia de una Orden de Alejamiento en España
En España, las órdenes de alejamiento son una herramienta legal muy importante, especialmente en casos de violencia de género, violencia doméstica y acoso. Estas órdenes buscan proteger a la víctima estableciendo una distancia mínima que el agresor debe mantener en todo momento. ¿Pero cómo se calcula esta distancia y qué factores influyen en su determinación? En este artículo, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre las órdenes de alejamiento.
Factores que Influyen en la Distancia de una Orden de Alejamiento
La distancia de una orden de alejamiento no es fija y se decide según las circunstancias de cada caso. Aquí te dejamos algunos factores clave que el juez considera al determinar la distancia:
- Gravedad del Delito: Cuanto más grave sea el delito, más restrictiva suele ser la medida.
- Peligro para la Víctima: Se evalúa el riesgo que el agresor representa para la víctima. Si hay un alto riesgo, la distancia puede ser mayor.
- Antecedentes del Agresor: Si el agresor tiene antecedentes penales, esto influirá en la decisión del juez.
- Circunstancias Personales y Sociales: Se toman en cuenta factores como la cercanía del lugar de trabajo o estudio de la víctima y el agresor, y si tienen hijos en común.
Normativa y Procedimiento
La imposición de una orden de alejamiento se regula principalmente por el Artículo 544 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que establece medidas de protección para las víctimas de violencia de género y doméstica. Además, el Código Penal contempla estas medidas cuando se dicta una sentencia condenatoria.
El juez puede imponer varias medidas, como:
- Prohibición de acercarse a la víctima a una determinada distancia (por ejemplo, 500 metros o 1000 metros).
- Prohibición de comunicarse con la víctima por cualquier medio, incluyendo redes sociales y comunicaciones electrónicas.
¿Cómo se Calcula la Distancia?
La distancia en una orden de alejamiento se calcula en línea recta. Esto significa que se mide directamente entre dos puntos, sin considerar caminos o rutas que se podrían seguir, como los que se muestran en Google Maps. Por ejemplo, si se establece una distancia de 500 metros, el agresor debe mantener al menos esa distancia en línea recta desde cualquier punto donde esté la víctima.